Continúa el hostigamiento y las agresiones
en contra del comercio independiente (puesto que no son comerciantes ambulantes,
ni empadronados, ni se consideran informales); ayer, 10 de septiembre de 2013,
fiscales (pillos del gobierno que roban y extorsionan a comerciantes de la
ciudad) acosaron, por espacio de varios minutos, a vendedores de churros que no
llegaban a los 3 o 4 minutos de haberse establecido en un lugar. A pesar de su
abuso y falta de respeto hacia los comerciantes, éstos evitaron las provocaciones,
aunque se había escuchado que intentaban llevarse a uno de ellos,
específicamente al C. Héctor Figueroa
Medina, siendo él uno de los más golpeados por la policía.
Posteriormente, otro vendedor de
películas educativas, documentales y cine de arte, fue rodeado por policías
municipales que lo obligaban a identificarse con la prepotencia que los
caracteriza. Diciéndole que era una
persona sospechosa, violando Derechos Humanos fundamentales y realizando el
“trabajo” que corresponde a los fiscales, los policías exigían al comerciante levantara su mercancía y se retirara.
Además, amenazaban a menores de edad,
que se acercaron a grabar con sus celulares, que les quitarían dichos aparatos,
y a otros comerciantes de frutas que
se acercaron a apoyar al vendedor también los amenazaban con llevárselos. Más
tarde, estos mismos vendedores fueron los siguientes en ser fastidiados por la policía y los fiscales.
Cabe mencionar, que toda esta
acción se realizó con el apoyo logístico de la Policía Estatal, Policía Acreditable,
Mando Único y muy discretamente, Ejército y Policía Federal, lo cual indica que
no es un conflicto que interesa únicamente al gobierno municipal.
Hacemos un llamado a la población
a estar pendiente ante este tipo de abusos, pues aunque la opinión pública ante
los medios lo muestre como un conflicto menor, la ola de ataques en contra de
estos comerciantes se debe, entre otras cosas, a que reivindican los ideales
zapatistas y denuncian lo que pasa en otras partes de nuestro estado, nuestro
país e incluso el mundo, además de no doblegarse ante los caprichos del
gobierno-tiranía de Hortencia Figueroa Peralta y sus lacayos que la rodean,
llámense cabildo, funcionarios menores, fiscales y policías.
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