x Mumia Abu Jamal
El 18 de mayo más de 500 campesinos del Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT) y gente solidaria repelieron una maniobra para privatizar las tierras ejidales de San Salvador Atenco. Ante la presencia de un Cordón de Paz y Dignidad, el comisariado priista Andrés Ruiz Méndez no logró el quórum necesario para llevarse a cabo la asamblea que había convocado para cambiar el uso del suelo en el pueblo combativo. En su esquema las tierras serían parceladas y cada persona tendría el dominio pleno sobre ellas con la posibilidad de venderlas sin tener que tomar una decisión colectiva.
“Él no tiene ningún derecho a despojarnos de nuestras tierras”, dijo César del Valle. “Lo que está haciendo es totalmente ilegal”.
Estudiantes e integrantes de organizaciones sociales empezaron a llegar la noche anterior para participar en el cinturón. Se suponía que la asamblea se llevaría acabo en la casa ejidal o en un lugar público, como dicta el Artículo 25 de la Ley Agraria, pero el comisariado escogió un salón privado que era propiedad de uno de sus parientes. Por eso, a las 9 de la mañana del día 18, cientos de personas caminaron desde la plaza central de Atenco a la avenida Nacional, donde sostenían pancartas afuera del salón. Una decía: “Vender la tierra es vender la sangre de todos los que lucharon para que fuera nuestro”. Y otra: “¿Qué has elegido? Vender a tu pueblo o conservar el ejido?”
La utilización de un sistema de sonido a un volumen inaguantable durante dos horas fue una táctica para incomodar a los manifestantes y asegurar que los paseantes no pudieran escuchar los argumentos de los opositores al despojo. En un momento cuando ocurrió una dificultad técnica, dos dirigentes priistas salieron del salón para instar a los técnicos a renovar el asalto audiofónico de inmediato.
“Pudieron haber celebrado su asamblea aquí al otro lado de la calle en la escuela primaria”, dijo América del Valle. “Deberían colocar bocinas para que la gente en la calle pueda escuchar lo que están haciendo, pero prefieren ocultarlo”.
Durante la protesta, unos compañeros también colgaron mantas afuera de la escuela, acusando al comisariado Andrés Ruiz Méndez, junto con su asesor Alejando Santiago, alias “El Oaxaco”, de cerrar el acceso de los estudiantes a otra escuela, la preparatoria #13. Luego se burló de los estudiantes de pocos recursos, diciendo “De todos modos, las escuelas privadas ofrecen una educación mejor”.
A las 11 de la mañana, los priistas cerraron la puerta del salón para llevarse a cabo la asamblea. Sin embargo, para hacerlo, hacía falta la asistencia de 75% de los ejidatarios, y este quórum no se completó. Al salir, los asistentes reportaron que la asamblea ahora se programa para el 1 de junio, aunque aclararon que ya no era necesario el quórum para tomar una decisión.
Alentados por el éxito en impedir la realización de la asamblea, los manifestantes marcharon por todo el pueblo, coreando “El pueblo consciente ni se rinde ni se vende”, “Comisariado pagado con dinero ensangrentado” y “Ni hoteles ni aviones, la tierra da frijoles”.
En un mitin dado en la plaza central de Atenco, varios integrantes del FPDT y ejidatarios hicieron uso del micrófono para rechazar la privatización de sus tierras. Dijo Trinidad Ramírez que “con la fuerza del pueblo lograremos nuevamente la defensa de la tierra, el agua, nuestro territorio y la dignidad. Pero en esta lucha nunca hemos estado solos. Atenco siempre ha sido un lugar donde la gente desde muchas partes viene a levantar la voz por un país libre… Estamos en pie de lucha.”
Varios oradores describieron la manera en que el PRI había usado sus viejas tácticas, repartiendo tortas y dinero para ganar elecciones claves en Atenco. Señalaron que ahora se implementa todo un conjunto de proyectos, incluyendo el Parque Ecológico Lago Texcoco y la Ciudad Futura para comprar voluntades y tierras, quitarle el agua del pueblo y retomar la construcción del aeropuerto.
Adán Espinoza dio una perspectiva histórica, empezando con los tiempos indígenas cuando cada pueblo tenía su tierra y territorio. Nombró los varios despojos efectuados por los españoles, la iglesia, los reyes y los hacendados, los cuales dejaron a la gente como esclavos, incluyendo a su propio padre, quien ingresó en las filas de Emiliano Zapata. Siguió contando que en la revolución de Zapata y Villa, se eliminaron los hacendados y, de nuevo, la tierra era para quien la trabaja. Subrayó Adan que cuando los zapatistas repartieron las tierras todavía no existieron ejidatarios en Atenco. A Atenco como municipio le entregaron todo un territorio, el cual se repartió entre los varios pueblos.
Adán Espinoza dio una perspectiva histórica, empezando con los tiempos indígenas cuando cada pueblo tenía su tierra y territorio. Nombró los varios despojos efectuados por los españoles, la iglesia, los reyes y los hacendados, los cuales dejaron a la gente como esclavos, incluyendo a su propio padre, quien ingresó en las filas de Emiliano Zapata. Siguió contando que en la revolución de Zapata y Villa, se eliminaron los hacendados y, de nuevo, la tierra era para quien la trabaja. Subrayó Adan que cuando los zapatistas repartieron las tierras todavía no existieron ejidatarios en Atenco. A Atenco como municipio le entregaron todo un territorio, el cual se repartió entre los varios pueblos.
Dijo: “Hoy en día hay mucha gente en Atenco que no son ejidatarios, pero cuando un ejido se ve afectado, todo el contorno va a ser afectado. Y por lo tanto, todo el contorno tiene el derecho de defender nuestra tierra. Y no es cierto que la asamblea de los ejidatarios sea la máxima asamblea. Si tiene su función legal, pero para el bien del ejido. La asamblea no tiene el derecho a despojarnos de nuestras tierras…que son para nuestros hijos e hijas”.
Felipe Álvarez destacó que “no estamos vencidos, compañeros y nunca nos vamos a claudicar”. Detalló el proceso actual de despojo de tierras que empezó en su pueblo de Nexquipayac después de la toma de presos en la represión del mayo de 2006. Ahí “un corrupto traidor, un reptil del gobierno” se apoderó del ejido y en una sola asamblea se decidió la venta de tierras para que diez personas se volvieran dueños de todas las tierras del uso común. El FPDT no reconoce este ilegítimo proceso y lucha para revertirlo. Insiste en que los vendedores de las tierras comunales no tienen derecho de pisar el territorio. Sólo las personas dignas tienen el derecho a trabajar estas tierras donde hoy siembran maíz, frijol, calabaza, avena, cebada. En Nexquipayac hace dos días, mil personas participaron en una ceremonia prehispánica para recibir la energía del Sol. “Ahora hay que resistir con más fuerza, compañeros, compañeras. Este movimiento no se va a caer. Ni un paso atrás. Nuestras tierras no se venden”.
Ignacio del Valle insistió en que muchas personas han sido engañadas y que hay entender esto, pero “no olvidamos del patrimonio. No podemos aceptar el cambio de régimen público al régimen privado”. Invitó a toda la gente solidaria a acompañar al FPDT el domingo 1 de junio para evitar que el comisariado realice con éxito una asamblea con los mismos fines.
En un momento emotivo el compañero Eduardo invitó a todos a ponerse de pie para dar aplausos al recién asesinado compañero Galeano en La Realidad, Chiapas, donde las bases también siguen resistiendo el despojo de sus tierras. Cabe mencionar que a principios de enero del 1994, el Subcomandante Marcos declaró a la prensa que la privatización del ejido a través de las reformas salinistas al artículo 27 de la Constitución fue un factor determinante en detonar todo el levantamiento zapatista.
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