viernes, 4 de noviembre de 2011
Carlos Cuevas presente --ahora y siempre x Carolina S. Romero
Marchan para exigir justicia
El jueves 3 de noviembre, alrededor de dos mil estudiantes y activistas marcharon desde el Hemiciclo a Juárez hasta Gobernación para exigir justicia en el caso del cobarde asesinato del activista y estudiante de filosofía de la UNAM, Carlos Sinuhé Cuevas Mejía. Los manifestantes eran de la UNAM, UAM, UACM, IPN, CCHs, Chapingo y de varias organizaciones incluyendo la Coordinadora de Movimientos Estudiantiles y Sociales Nuestra América, el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la Asociación de Padres y Familiares de las Víctimas de Sucumbíos y la Coordinadora Metropolitana contra la Militarización (COMECOM), entre otras.
Desde que el cuerpo de Carlos fue encontrado con 18 disparos cerca de su casa en San Miguel Topilejo el pasado 26 de octubre, los sentimientos de consternación, dolor, indignación y rabia de la comunidad universitaria empezaron a impulsar la organización de una semana de asambleas, brigadas informativas, un paro de labores de 24 horas, un bloqueo de la Avenida Insurgentes y una marcha interna dentro de Ciudad Universitaria bajo el lema ¡Por el compañero Carlos Cuevas, no un minuto de silencio sino toda una vida de lucha!
El jueves, los marchantes exigieron el esclarecimiento del asesinato de Carlos y un alto a los asesinatos y desapariciones de luchadores sociales a la vez que se opusieron a la militarización en las universidades y exigieron la salida de los cuerpos policiales de escuelas y sindicatos.
Se escuchó una u otra vez la consigna ¡Carlos Cuevas presente—ahora y siempre!
También se recordaron al recién asesinado Pedro Leyva, defensor de las tierras nahuas de Xayakalan, Ostula, Michoacán; al joven activista Pavel González, torturado y asesinado por los fascistas del Yunque; a Javier Cortés y Alexis Benhumea, asesinados por la policía en Atenco; y a Juan González del Castillo, Verónica Natalia Velázquez Ramírez, Fernando Franco Delgado y Soren Ulises Avilés Ángeles, estudiantes de la UNAM asesinados por militares y policías colombianos.
Al llegar a Gobernación, una delegación entró para exigir el esclarecimiento del caso mientras varios mensajes de apoyo se leyeron afuera, incluyendo un pronunciamiento de intelectuales e investigadores mexicanos que exigen castigo a los responsables del crimen.
Por su parte los compañeros de la Facultad de Filosofía y Letras de Chile enviaron un mensaje exigiendo justicia por Carlos Cuevas y por el compañero Manuel Gutiérrez, asesinado en su propio país. Afirman que la lucha estudiantil no tiene fronteras y se pronuncian por “una férrea lucha contra los gobiernos empresariales que niegan nuestros derechos más básicos, incluso la vida”.
La gente presente se emocionó también al escuchar un mensaje del movimiento contra el muro y del movimiento juvenil palestino, quienes expresan su consternación por la forma en que Carlos fue asesinado. Afirman que su asesinato no puede quedar impune y que su lucha por un mundo con paz y justicia verdadera también es su lucha. “Los muertos de nuestros pueblos reclaman justicia. Muertos que en nuestro caso han caído a manos de las fuerzas armadas de Israel que ocupan nuestro territorio, y en su caso muchos que han sido muertos a manos de aquellos desertores y miembros de las fuerzas armadas mexicanas que recibieron entrenamiento de élite de instructores de Israel. Desde Palestina ocupada, un abrazo fraterno y solidario”.
También se leyó un mensaje de Julián Contreras, quien fue detenido en Cd. Juárez el 1 de septiembre. El activista contra la militarización conoció a Carlos Cuevas aquí en México y dice que mientras convivían, él sentía que estaba “en la presencia de una de las personas más agudas en los análisis del movimiento estudiantil y de la estrategia represiva del Estado mexicano contra la población en general”, especialmente con respecto al verdadero propósito de la supuesta guerra contra el narcotráfico, como “un pretexto para contener a través del miedo y el terror a la gente inconforme con la injusticia imperante”. Recordó que Carlos había sido uno de los organizadores de la huelga estudiantil de 1999 por la gratuidad de la educación, que era simpatizante con la COMECOM, miembro de la Coordinadora de Movimientos Estudiantiles y Sociales Nuestra América, maestro de Filosofía en la preparatoria, defensor de los desplazados y participante en programas de apoyo humanitario a Cd. Juárez, entre muchas otras cosas. Dijo: “Me duele profundamente la pérdida de uno de los activistas más consecuentes que conocí aquí en la Ciudad de México”.
Se leyó un comunicado de la Asamblea de Filosofía y Letras que rechazó tajantemente “cualquier intento de vincular el asesinato de Carlos Sinuhé Cuevas Mejía con la delincuencia organizada en el marco de la llamada ‘Guerra contra el narcotráfico’ al recordar que ‘desde Septiembre de 2009 Carlos Sinuhé fue objeto de difamación a través de carteles pegados en la periferia de la facultad así como volantes firmados por el supuesto ‘Colectivo Revolucionario Emiliano Zapata’ acusándolo a él y a otros compañeros de las Asambleas de ser infiltrados de la Secretaria de la Defensa Nacional, de ser espías, militares, de narcotraficantes, de vendedores ambulantes, narcoterroristas’. El comunicado destacó que otros dos compañeros que también fueron objeto de la misma campaña de difamación, “se encuentran en una situación vulnerable y corre peligro su integridad física…. Responsabilizamos a las autoridades locales del Distrito Federal, al Gobierno Federal y a las autoridades Universitarias de la integridad física y mental de nuestros compañeros Víctor Hugo Martínez García y Jesús Sarid Rodríguez López. Denunciamos al ‘Colectivo Revolucionario Emiliano Zapata’ y exigimos el cese a esta campaña de intimidación y amenaza…”
Los manifestantes afirmaron que no habrá ni un paso atrás en exigir justicia por Carlos Cuevas y en oponerse a la estrategia de guerra contra el pueblo mexicano.
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