martes, 29 de noviembre de 2011

De la guerra sucia -III. México: la institucionalización de la guerra sucia como forma de hacer política




 x Chk García

Breve recuento de operaciones de guerra sucia que han marcado la historia reciente de México

- Muerte de Ruben Jaramillo
- La masacre del 2 de octubre. Operación Galeana.
- La guerra contrainsurgente contra la guerrilla rural y urbana en los años 70's y 80's.
- El salinato.
- El levantamiento del EZLN en Chiapas
- Zedillo extiende la campaña contrainsurgente. El sexenio de las masacres.
- De Fox a Calderón, seis años más de guerra sucia.

En las dos entregas anteriores de esta serie de artículos dedicados a la guerra sucia ( De la guerra sucia -I. Definiciones y De la guerra sucia -II. Historias de guerra sucia) hemos hecho esfuerzos para caracterizar la guerra sucia, a saber:

La guerra sucia es:


- La guerra sucia en tanto estrategia en Conflictos de baja intensidad, es una estrategia de guerra contra la “subversión interna”. Sin embargo, en toda guerra hay guerra sucia, por cuanto se busca la derrota moral de oponente para facilitar la derrota material.

- La guerra sucia hace del terror una política de estado, por tanto, da lugar a la conformación de estados terroristas. Guerra sucia es igual a terrorismo de estado.

- Tres son los campos de acción de la guerra sucia: Contrainsurgencia, Paramiltarismo y Contraterrorismo.

- La contrainsurgencia no es una lucha centrada en lo militar sino una lucha integral que reparte sus operaciones en lo político, en lo económico, en lo religioso, en lo ideológico, en lo cultural, con el fin de eliminar la "subversión interna".

- El paramiltarismo es una herramienta del Estado, una fuerza militar auspiciada por el Estado, la CIA, el Pentágono, y apoyada por las burguesías locales, nacionales y trasnacionales, con la intención de neutralizar cualquier reivindicación social que cuestione la política económica o social del Estado. El paramiltarismo siembra terror y mentira para minar la resistencia moral del oponente, de sus bases de apoyo, o de cualquiera que pudiera en determinado momento convertirse en combatiente de la fuerza militar opositora al estado.

- Las constantes del accionar (tanto de fuerzas militares como paramilitares) en la guerra sucia son: generación de miedo, terror, pánico, desorganización, duda en la población civil, comisión de actos de extrema crueldad, comisión de masacres, genocidios, delitos de lesa humanidad, robo de niños; difusión de mentiras y propaganda antisubversiva; desapariciones, torturas, torturas sexuales, detenciones arbitrarias, ejecuciones extrajudiciales, presos políticos, desplazamiento de población, espionaje, persecución; aniquilamiento de líderes sociales (estudiantiles, sindicales, partidistas, etc.), asesinato de periodistas y defensores de derechos humanos, etc.

- La guerra sucia es un instrumento de globalización capitalista que busca ante todo el control del territorio para la puesta en marcha de megaproyectos neoliberales (Plan Puebla-Panamá, etc.). Punta de lanza del intervencionismo imperialista norteamericano.

- La guerra sucia es una guerra de exterminio. Toda guerra de exterminio es contra la humanidad misma.


Lo anterior, sin embargo, no contesta claramente a la pregunta ¿porqué un Estado decide aplicar una política de guerra sucia contra quienes, habitantes de su propio país, lo cuestionan? La fracasada Fiscalía Especial para Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP) creada en 2001 por recomendación de la CNDH (México), en su informe dado a conocer en 2006, da una respuesta a la pregunta antes planteada, una respuesta que es compartida particularmente por la izquierda institucional, y que supone una ruta por la cual los movimientos sociales pasaron de la gestión a la protesta pacífica y posteriormente a la protesta violenta. Que esto sucedió así porque el Estado “fue cerrando los caminos de solución a las demandas, problemas y conflictos que debía resolver por la vía administrativa de la gestión, de la administración pública y de la procuración y administración de la justicia”. Que al cerrar dichas vías, en forma paralela, el Estado, comenzó a criminalizar la protesta social hasta emprender abiertamente una guerra sucia contra la subversión interna. Es decir, que la guerra sucia sería resultado de la propia incapacidad democrática del Estado para dar solución a las demandas de los movimientos sociales. Nosotros, sin embargo, decimos que este punto de vista es falso, o al menos, no es del todo cierto. El escritor Carlos Montemayor, recientemente fallecido y que tanta falta nos hace ahora por sus ensayos lúcidos y valientes, afirmaba (ver ensayo La violencia de Estado en México) que la violencia primigenia era la violencia institucional, es decir, aquella, violencia sistemática que desde el Estado (en complicidad con las burguesías nacionales y trasnacionales) niega a la población el acceso a educación, salud, vivienda, vestido, trabajo, diversión, cultura, alimentación, de manera suficiente y digna. En este sentido, afirmaba Carlos Montemayor, es la violencia institucional y sistemática la que da lugar al surgimiento de movimientos sociales y a la violencia popular, y no al revés. “Al permanecer en silencio esta violencia constante y previa, la inconformidad se confunde con el inicio de la violencia social misma y no se le entiende, precisamente, como un proceso que surge para que cesen, amengüen o se suspendan temporal o definitivamente los indicadores de la violencia social previa institucionalizada. En este caso, la inconformidad social no inicia la violencia; por el contrario, surge para que esa violencia previa cese”. Es decir, que la guerra sucia, la represión contra los movimientos sociales, no tiene su origen en una supuesta incapacidad democrática del Estado -que a todas luces no tiene por cuanto el Estado es en si mismo una organización de dominación y explotación-, sino que por el contrario, la guerra sucia es una exacerbación de la violencia institucionalizada que pretende 1.- negar o acallar la inconformidad; 2.- controlar la población, mantener la estabilidad y “paz social” mediante la generación de miedo, terror, mentira, duda, desorganización, caos, etc.; 3.- combatir cualquier intento de insurrección interna que atente contra la permanencia del Estado; 4.- derrotar moral y militarmente al enemigo interno; 5.- inhibir el enrolamiento de nuevos combatientes mediante el “castigo ejemplar”; 6.- controlar el territorio para permitir la implementación de megaproyectos neoliberales de saqueo y explotación (minería, carreteras, maquiladoras, centros comerciales, etc.).

Este patrón de acción en la guerra sucia se repite de país en país por todo el mundo. La guerra sucia es una guerra global, una guerra de extermino, una guerra para eliminar a los inconformes, a los insurrectos, a los que se organizan contra el Estado y el Capital. Una guerra para extender la permanencia y continuidad de la explotación de millones de personas en el mundo. Una estrategia de dominación mundial encabezada por las grandes potencias imperialistas, las empresas trasnacionales y las burguesías locales, llevada a cabo, desde hace mucho tiempo, contra los pobres, los trabajadores, los marginados, los explotados, los indígenas, las mujeres, los jóvenes, los niños, los ancianos... y donde México, no es la excepción.

Guerra sucia en México

Sobre la guerra sucia en México hay importantes trabajos de investigación. No es nuestra intención contribuir a esas investigaciones, sino simplemente, para los fines de este articulo, explorar una reconstrucción a partir de algunas acciones de guerra sucia que han marcado la historia de México. Esto es particularmente importante para lograr una explicación integral que contribuya a plantearnos distintos escenarios ante el recrudecimiento de guerra sucia que hoy se vive, e intentar así prever los golpes que el Estado prepara y en unidad enfrentarlos con efectividad. En una cuarta y última parte nos enfocaremos a esta cuestión, por ahora queremos esbozar algunas operaciones de guerra sucia que el Estado mexicano ha emprendido contra “su” pueblo. Es importante advertir la ausencia de un recuento histórico de acciones de guerra sucia realizadas desde 1988 y hasta la fecha. Esa ausencia es a la vez un desconocimiento, pues si bien se acepta que la guerra sucia se ha mantenido y no solamente fue un oscuro periodo en los años 70's, realmente no se sabe -en una visión de conjunto- como es que se ha manifestado la guerra sucia en lugares que no han tenido la atención mediática como ha sido el caso de Chiapas.


- Muerte de Ruben Jaramillo. Fragmentos del artículo “El abrazo de Judas. La traición a Ruben Jaramillo. ” escrito por Tanalís Padilla y publicado en LaJornada (2008)

“Cuando Rubén Jaramillo decidió tomar las armas, en 1943, afirmó que lo hacía “convencido de que ante este gobierno, hablar en favor de los campesinos, como es digno, es un crimen.” Jaramillo llevaba varios años defendiendo los derechos de los cañeros del ingenio de Zacatepec donde, en 1938, había sido presidente del consejo de esa cooperativa. Pero a partir de 1940, sus gestiones se enfrentaban cada vez más a las represalias del gerente, cuyos pistoleros atentaron en varias ocasiones contra la vida del veterano zapatista.”

“Fue así como se inició el primer levantamiento armado de los jaramillistas, quienes inicialmente recurrieron a la clandestinidad como autodefensa, pero que se fueron radicalizando conforme se incrementó la represión del Estado. En varios momentos distintos y con estrategias diferentes, intentaron luchar por vías legales. En 1944, su líder aceptó la amnistía del presidente Manuel Ávila Camacho, y en 1958 de Adolfo López Mateos. Ambos mandatarios les otorgaron salvoconductos, pero ninguno se comprometió a aplicar reformas que cambiaran la situación que produjo el levantamiento. Esta falta de voluntad oficial repercutiría profundamente en la trayectoria del movimiento.”

“La represión de 1952 da inicio a otro periodo de clandestinidad para los jaramillistas. Aun así, muestran su voluntad de participar dentro de la vía legal y Jaramillo acepta la amnistía de López Mateos. La reunión terminó con un abrazo, que luego sería recordado como “el abrazo de Judas”, ya que el hostigamiento gubernamental se inició casi de inmediato. Cuando los jaramillistas, después de obtener la autorización del Departamento Agrario, empezaron a colonizar los llanos de Michapa y Guarín, fueron despojados por el Ejército. Poco después, el 23 de mayo de 1962, un destacamento militar llegó a la casa de Jaramillo, en Tlaquiltenango, y lo secuestró junto con su mujer y sus tres hijos. Unas horas más tarde, los cuerpos de la familia entera fueron hallados en las afueras de Xochicalco. Todos con tiro de gracia.”

“Una de las características más sobresalientes del movimiento jaramillista fue su alternancia entre la vía legal y la vía armada, una muestra de sus orígenes en el zapatismo revolucionario y su integración a la política agrarista del cardenismo. En las casi dos décadas y media que duró el movimiento, estas dos tendencias coexistieron. Pero el jaramillismo se fue radicalizando a medida que el Estado cerró la opción legal no sólo con el uso de la represión, sino con una política que cada año hace la existencia campesina más precaria.”

La lucha jaramillista ha dejado un rico legado histórico: la persistencia del zapatismo en Morelos, la atención a los grupos populares que dio el cardenismo y el punto de transición entre el agrarismo de la Revolución y las guerrillas que surgieron a partir de los 60. Para los grupos armados es un referente de la suerte que corren aquéllos que confían en la palabra del gobierno sin tomar las suficientes precauciones. No sorprende que, entre las guerrillas que surgieron en las décadas posteriores, las iniciativas de diálogo ofrecidas por el gobierno federal sean vista con desconfianza.”

- La masacre del 2 de octubre. Operación Galeana.

Comúnmente se cree que el movimiento estudiantil en el México de mitad de los años 60's terminó con la masacre del dos de octubre de 1968. Sin embargo, esto no es así, o al menos no totalmente, pues si bien es cierto el movimiento estudiantil en la ciudad de México quedo prácticamente desarticulado, en el interior del país el movimiento estudiantil vivió un ascenso de lucha en lugares como Nuevo León, Sinaloa, Puebla, Oaxaca, Guerrero y Jalisco, donde se conformaron importantes fuerzas al interior de las universidades que se enfrentaron a los proyectos estatales y que más adelante abrirían una etapa de radicalismo que posteriormente se verá expresada en las guerrillas rurales y urbanas que durante los años 70's y parte de los 80's intentaron derrotar mediante las armas al Estado Mexicano.

En el libro “Parte de Guerra. Tlatelolco 1968” escrito por Julio Sherer y Carlos Monsivais se dio a conocer por primera vez, después de 31 años de ocurrida dicha masacre, la existencia de la Operación Galeana. Misma que fue dirigida y planeada por el entonces Secretario de la Defensa Nacional, General de División Marcelino García Barragán, la Secretaría de Gobernación a cargo de Luis Echeverría y el Estado Mayor presidencial, a cargo del Gral. Luis Gutierrez Oropeza, por supuesto, bajo la aprobación de Gustavo Díaz Ordaz, entonces presidente de México. Cinco fueron los momentos clave de la Operación Galeana, a saber. 1.- Desde temprana hora se apostaron operativos de vigilancia por distintos lugares de la ciudad de México, entre ellos, el Reloj Chino, el local de la Asamblea Sindical Mexicana, e local del sindicato de electricistas, la Plaza Tres Culturas, Zacatenco, el Casco de Santo Tomás, la Ciudadela, la Voca y Prepa 4, y ciudad universitaria de la UNAM. 2.- ocupación por parte de una compañía del Ejército de varios departamentos contiguos al edificio Chihuahua, con vista a la plaza donde esa tarde se realizaría el mitin. Instalación de francotiradores del Estado Mayor Presidencial en distintos departamentos de los edificios circundantes a la Plaza de las tres culturas. 3.- Doble cerco militar a la Plaza de las tres culturas, uno exterior bloqueando los accesos, a cargo del Ejército, y otro interior, de militares vestidos de civil, pertenecientes al Batallón Olimpia, dispuestos para capturar a los líderes estudiantiles. Dicho cerco estaba compuesto por cerca de 300 tanques ligeros, unidades de asalto, jeeps y transporte militar. 4.- La masacre. A la que se dio inicio cuando desde un helicóptero se arrojaron dos bengalas. Eran las 18:10 pm. La masacre dura más de dos horas . 5.- encarcelamiento de líderes y participantes en el movimiento, censura y ocultamiento de la noticia (y de la verdad) en los medios de comunicación.

El parte de guerra de la Operación Galeana es por todos conocido, aunque eso signifique paradójicamente, que nadie conozca a ciencia cierta el número de muertos, heridos y presos que arrojó dicha operación contrainsurgente. Lo que estamos seguros, es que a partir de 1968, y particularmente tras la Operación Galeana, el gobierno pudo conscientemente reunir los elementos para caracterizar un “enemigo interno” que era preciso aniquilar por ser parte de un supuesto complot del comunismo internacional para desestabilizar las olimpiadas y en general al Estado Mexicano. Ese enemigo ha sido personificado desde entonces, según el propio Estado mexicano, por los estudiantes, los obreros, los campesinos, los indígenas y sus organizaciones. En junio de 1971 el gobierno volverá a masacrar a los estudiantes a manos de los Halcones, grupo paramilitar de la DFS.


- La guerra contrainsurgente contra la guerrilla rural y urbana en los años 70's y 80's.

A inicios de los años 70's las guerrillas comenzaron a proliferar por todo el territorio nacional. En el ámbito rural, Arturo Gamiz y el ataque al Cuartel Madera fueron inspiración para otras importantes organizaciones guerrilleras, particularmente en el estado de Guerrero, con Lucio Cabañas y Genaro Vázquez. De igual manera en las principales ciudades del país comenzaron a despuntar importantes núcleos guerrilleros (MAR, LC23S). Carlos Montemayor, a quien ya antes hemos citado, afirma en su ensayo La guerrilla en México hoy (1998) que mientras la guerrilla urbana había sido, y en cierta manera todavía hoy lo es, resultado de una radicalización ideológica, el origen de la guerrilla rural había que buscarlo directamente en las condiciones de pobreza, marginación y violencia que permanentemente se vive en amplias regiones rurales del país: “en términos generales, las guerrillas urbanas y las guerrillas rurales no suponen por necesidad las mismas condiciones sociales de incubación ni de sostenimiento. Por la naturaleza de su génesis, la urbana podría suponer cauces suprarregionales (incluso internacionalistas) y una movilidad mayor de sus células activas. Por su distinto origen, la guerrilla rural suele ser regional y de movilización lenta, puesto que se propone resolver o combatir conflictos propios de una región y no fuera de ella” por lo que “la guerrilla rural no se extiende, no puede salir de su región. Puede crecer en su región misma, ampliar su fuerza en la región misma. También puede unirse a otros movimientos armados regionales y lograr así, en cierto sentido, un crecimiento. Pero tal crecimiento no logrará, en principio, extenderlo fuera de las regiones iniciales de las bases con que se coordine ni podrá caracterizarse como un avance territorial de un ejército regular insurgente”. Esta característica (regionalismo) inherente a las guerrillas rurales fue y ha sido base de la planeación contrainsurgente que el Estado ha realizado para combatirla, y es que como escribe Carlos Montemayor, “La aparente limitación territorial de los movimientos armados rurales induce a adoptar como opción más efectiva para frenarlos la represión militar y policiaca, sin prestar atención a las circunstancias sociales de que se fueron nutriendo. Las autoridades gubernamentales se proponen primero, pues, acorralar y reducir las condiciones de movilidad y comunicación de los núcleos armados. La aparente facilidad de su localización y el alto grado de control que se puede tener sobre ellos mediante un cerco militar que cada vez se cierre más en torno de los territorios por los que esos núcleos se desplazan y obtienen víveres, equipo, municiones o información, se convierte de manera natural en el único y primer objetivo visualizable en las operaciones contrainsurgentes”, es decir, había que quitarle el agua al pez (si el campesino es a la revolución lo que el pez al agua -decía Mao, para derrotar una guerrilla rural, dicen los manuales de guerra sucia, hay que quitarle el agua al pez).

No obstante, de igual manera a como hemos visto en el caso guatemalteco y colombiano, los operativos de tierra arrasada y de desplazamiento de población no fueron los únicos que se pusieron en marcha contra la guerrilla rural en México, particularmente en estados como Guerrero y Oaxaca. Sino que también se hizo uso de la desaparición forzada de personas, la ejecución extrajudicial, la tortura, la tortura sexual, la tortura contra niños, robo de niños, vuelos de la muerte, toma de rehenes, campos de concentración clandestinos, retenes, cerco a poblaciones que limitaban la movilidad de la gente y el trasiego de alimentos, comisión de actos de extrema crueldad, masacres contra la población civil, bombardeos contra población civil, etc., etc. En este sentido, aunque el informe de la FEMOSPP se quedó corto en la reconstrucción de la guerra sucia realizada por el Estado mexicano contra las organizaciones guerrilleras, es posible encontrar en dicho informe centenares de casos, “documentados”, que dan cuenta de los horrores de la guerra sucia. Para quien quiera leerlos recomendamos visitar la sección del The National Security Archive dedicado al informe de la FEMOSPP 18 años de guerra sucia en México (1964-1982) y que sin duda, a más de uno dejará con insomnio durante semanas.

A contraparte, la lucha contrainsurgente contra la guerrilla urbana no buscaba “quitar el agua al pez” sino definitivamente eliminar al pez, para ello el Estado recurrió a la infiltración, la persecución, la tortura y la eliminación. La eliminación se realizó mediante la detención-desaparición y la ejecución extrajudicial a manos de la policía, el ejército y los paramilitares. A decir del informe de la FEMOSPP, el ejército y la policía movilizaron aproximadamente 7 mil efectivos para realizar labores de investigación y eliminación de militantes de la Liga Comunista 23 de septiembre (LC23S), tal vez la guerrilla urbana más importante de aquel entonces, misma que a decir de algunos reportes, en 1973 contaba con 3 mil militantes clandestinos y que tras la ofensiva contrainsurgente, hacia 1974, mil de ellos habían sido asesinados, 600 estaban presos o desaparecidos y el resto resistía la ofensiva. El investigador Jorge Mendoza, en un ensayo sobre la guerra sucia el olvido social y la memoria colectiva, enumera así las tácticas de guerra sucia empleadas contra las guerrillas urbanas. 1.- descalificación y estigmatización de los guerrilleros urbanos tachándolos de asaltantes, delincuentes, terroristas, desorientados, homosexuales, etc. 2.- realización de campañas mediáticas (radio, TV, volantes, carteles) para instar a la población a denunciar a los guerrilleros mediante el ofrecimiento de grandes cantidades de dinero 3.- infiltración de los grupos guerrilleros con la intención de dejarlos crecer y actuar para después tratar de aniquilarlos mediante el ejército, la policía y grupos paramilitares 4.- realización de operativos antisubversivos a cargo de la Dirección Federal de Seguridad (DFS) y sus grupos paramilitares (entre ellos el más conocido, la Brigada Blanca, aunque no el más sanguinario), en los que se secuestró, desapareció, ejecutó, torturó a militantes de grupos armados. 5.- reclusión en cárceles clandestinas, pj. el campo militar No.1, y públicas, pj. La cárcel de Lecumberri. Las primeras funcionaron como centros de exterminio, las segundas como centros de vigilancia a los presos del movimiento armado y de persecución y represión contra familiares de los mismos con la intención de ubicar a otros militantes de las organizaciones armadas. 6.- hostigamiento, persecución, secuestro y represión contra familiares de los guerrilleros presos o clandestinos. Para conocer un extenso e interesante recuento de guerra sucia en México que va de 1946 a 1988 recomendamos leer la cronología realizada por la historiadora Adela Cedillo.

El general Acosta Chaparro, uno de tantos militares criminales al servicio de la Patria (es decir, del Estado), explica así el periodo de la guerra sucia en México y una de las causas de la derrota militar de la izquierda radical: “Hasta el año de 1981, los cuerpos de seguridad e investigación, encargados de mantener un control sobre los factores subversivos en el país, desempeñaron una labor de neutralización efectiva, cuyos frutos fueron notorios y dignos de admiración, ya que prácticamente fueron exterminados los focos de insurrección que representaron un serio problema durante los años 1973 a 1977. En 1978, los principales dirigentes exiliados en Cuba iniciaron pláticas sobre el tema de unificación orgánica que en México nunca pudo efectuarse debido a la intransigencia de sus representantes... El común denominador de la disidencia había sido el afán competitivo de los diversos dirigentes de la misma por trascender el ámbito político como los únicos poseedores de la verdad doctrinaria. Esto explica la fragmentación de la izquierda y, consecuentemente, la falta de arraigo de ésta entre la población.

Las FARP en un comunicado reciente herederos también de la guerrillas rurales de los 70's, han expresado una postura similar a la anterior: "Miente el “señor de horca y cuchillo” Rubén Figueroa cuando dice que su estrategia y eficientes planes contrainsurgentes vencieron al movimiento armado. No es cierto, nosotros mismos con nuestros propios errores, con nuestra incapacidad y nuestra inmadurez nos colocó a la defensiva." [...] "La confrontación para nada ayudó ni ayudará a desarrollar la lucha revolucionaria y el proceso de coordinación y unidad que todos decimos impulsar, pero que en la práctica casi nunca abordamos o construimos y que tan necesaria es en estos aciagos momentos que vive nuestra patria."

- El salinato.

Tras la amnistía a los presos políticos y la posterior reforma política expedida en 1978 por López Portillo, que abrió las puertas a la izquierda para su participación en procesos electorales, se conformó un bloque de izquierda institucional que de muchas maneras es heredera de las luchas que la izquierda radical mantuvo en los años 70's y 80's. La sangre de miles de personas abrió esa posibilidad, sin embargo, tras dos décadas de participación electoral y pese a los “triunfos electorales” que han tenido los partidos de izquierda, es claro para muchos que esa sangre derramada ha sido traicionada. En el sexenio de Miguel de la Madrid el gobernante Partido Revolucionario Institucional (PRI) se fracturó en dos corrientes: la nacionalista y la neoliberal. El ala nacionalista, o parte importante de ella, rompió con el partido para hacer una amplia alianza con la recién nacida izquierda institucional y participar, bajo la tutela de Cuauhtémoc Cárdenas, en las elecciones de 1988. El ala neoliberal se quedó con el partido y bajo la tutela de Carlos Salinas, se enfrentó a Cárdenas en las presidenciales de 1988. Un evidente fraude electoral puso en la silla presidencial a Carlos Salinas, quien definió y planeó la política económica -desde una perspectiva neoliberal y contrainsurgente- para las siguientes tres décadas en México.

Carlos Salinas continuó la guerra sucia emprendida por sus antecesores contra el pueblo trabajador mexicano, con la diferencia que no centró su estrategia en lo militar sino en lo económico, en lo social y en lo político. Es cierto que durante el gobierno de Carlos Salinas fueron asesinados al menos 600 militantes del entonces recién nacido y hoy fracasado Partido de la Revolución Democrática, pero sin lugar a dudas sus acciones contrainsurgentes más sobresalientes fueron la puesta en marcha del PRONASOL (Programa Nacional de Solidaridad) y la firma del TLCAN (Tratado de Libre Comercio con América del Norte). El PRONASOL ideológicamente pretendía pasar del Estado benefactor nacionalista al Estado filantrópico neoliberal, sin embargo, por el tipo de acciones desarrolladas bien podríamos afirmar que su puesta en marcha se debió a la búsqueda de acercamiento entre el Estado y la ciudadanía con la intención de legitimar la imagen presidencial que había resultado seriamente dañada por el fraude electoral, al tiempo que se proponía restar apoyo y base social a la oposición cardenista; realizar actos de proselitismo a favor del PRI y por supuesto, aplicar “programas sociales” que ofrecieran “solidaridad para el bienestar social”, “solidaridad para la producción”, “solidaridad para el desarrollo regional”, todos ellos como parte de una pretendida estrategia de combate a las causas que antes dieron origen a los movimientos armados en zonas rurales. Con los créditos a la producción, alimentos (tortibonos, etc), apoyos a la comercialización de productos, carreteras, caminos de terracería, teléfonos, electricidad, hospitales, también llegó la ocupación militar. El PRONASOL desapareció, la militarización continuó. Es decir, el PRONASOL fue parte de una estrategia contrainsurgente a nivel económico y social diseñada en “prestigiadas” universidades de Estados Unidos que buscaba neutralizar cualquier nuevo intento de insurrección campesina e indígena. Lo cual no logró pues el 1 de enero de 1994, día en que entraba en vigor el TLCAN, se sucedió el levantamiento armado del EZLN. En este sentido, de alguna manera podríamos afirmar que de no haber sido por la aplicación del PRONASOL y la consecuente etapa de “paz social” que se vivió, el EZLN no hubiera tenido ni el tiempo ni el espacio para organizarse y crecer para preparar la insurrección del 94. Dado lo anterior nos parece creíble que Carlos Salinas y por supuesto el Ejército mexicano tuvieran conocimiento de que en Chiapas se gestaba una importante organización armada, pero a la que no se atacó, a decir del entonces Secretario de Gobernación, por orden directa de Salinas con la intención de no crear confrontaciones antes de la firma del TLCAN. Y si algo es el TLC es precisamente un plan estratégico de dominación económica a nivel regional. Un conjunto de megaproyectos neoliberales para la expansión capitalista, con la consecuente explotación, despojo, represión y desprecio contra los campesinos, los indígenas, los obreros, etc. Algunas consecuencias del TLCAN, 15 años después de su firma han sido: crecimiento del desempleo, pérdida de la soberanía alimentaria, caída del salario mínimo, polarización social, crecimiento del narcotráfico y otras actividades delictivas, etc.


- El levantamiento del EZLN en Chiapas.

El 1 de enero de 1994 el Ejército Zapatista de Liberación Nacional declaró la guerra al gobierno mexicano. Techo, salud, educación, tierra, trabajo, comida, independencia, democracia, libertad, justicia y paz fueron sus demandas. A contracorriente la guerrilla zapatista inició una ola revolucionaria que se mantiene viva hasta nuestros días. “El 2 de enero se iniciaron las hostilidades frontales y los crímenes de los federales. El subcomandante Marcos anunció, en la ciudad de Las Casas, el ataque a las instalaciones militares de Rancho Nuevo. Los combates se entablaron muy cerca del paraje el Chivero. Ahí los federales detuvieron el avance de los insurgentes. Un microbús que encabezaba la columna motorizada de los insurgentes había sido atacado por un helicóptero; todos sus ocupantes fueron abatidos. En tierra, los federales arrojaron sus cuerpos a la cuneta y, al menos, cuatro de los sobrevivientes habían sido ejecutados en el lugar con un tiro en la cabeza, como si la consigna fuera “los queremos muertos”. Esa práctica se repitió en el mercado de Ocosingo. Otros cinco milicianos fueron ejecutados con tiros en la cabeza. Sus cuerpos quedaron boca abajo y sus manos habían sido atadas por la espalda. El 4 de enero, poblados indígenas al Sur de San Cristóbal de Las Casas fueron el blanco del fuego aéreo de helicópteros. Las tropas de tierra destrozaron las chozas de los pobladores. El 7 de enero, tres principales de la comunidad de Morelia, municipio de Altamirano, fueron asesinados por los federales, y el 4 de junio, tres mujeres tzeltales fueron violadas en un retén militar. Durante el repliegue zapatista en el municipio de Las Margaritas, los rebeldes hicieron prisionero al general Absalón Castellanos Domínguez. Los enfrentamientos que transcurrieron durante 12 o 13 días fueron suspendidos cuando el gobierno federal declaró unilateralmente el cese al fuego.


Ante el levantamiento zapatista el Estado puso en marcha el Plan DN-II, también conocido como de seguridad nacional, y que no es otra cosa sino un plan contra amenazas internas. (El Plan DN-I se aplica ante amenazas externas, el Plan DN-III en casos de desastres y el Plan DN-IV para el combate al narcotráfico).

A continuación reproducimos algunos fragmentos del Plan de Campaña Chiapas 94, estrategia contrainsurgente diseñada por la SEDENA para combatir al EZLN. Hemos resaltado en negritas las partes que consideramos más importantes para caracterizar a dicho plan como de guerra sucia.


Secretaria de la defensa nacional
c.g. en: Tuxtla Gtz., Chis.
VII Región Militar/ Octubre. 94
Sección Quinta
Plan de Campaña Chiapas 94.



I. Situación estratégica-operacional.

A. Directiva de la Secretaria de la Defensa Nacional.

a. El objeto político de estas operaciones es: alcanzar y mantener la paz.

b. El objetivo estratégico-operacional es: destruir la voluntad de combatir del EZLN, aislándola de la población civil y lograr el apoyo de ésta, en beneficio de las operaciones.

c. El objetivo táctico de las operaciones es: destruir y/o desorganizar la estructura política militar del EZLN.

d. Evitará un conflicto internacional con Guatemala.

e. Deberá manejar con tacto y en beneficio de las Fuerzas Armadas mexicanas a los medios de comunicación.

f. Limitará los efectos negativos que estuvieran en capacidad de desarrollar las organizaciones de derechos humanos y los organismos no gubernamentales, nacionales y e internacionales.

g. Deberá ejecutar en forma coordinada, entre otras, las siguientes operaciones:

1. Tácticas.
2. De Inteligencia.
3. Psicológicas.
4. Asuntos civiles (incluye el plan de auxilio a la población y sus recursos).
5. Protección de la población y sus recursos.
6. De asesoramiento (organización de las fuerzas de autodefensa).
7. Logísticas.

h. El Plan de campaña incluirá las siguientes fases:

1. Preparación.
2. La ofensiva.
3. De desarrollo.
4. La final.

i. Sus normas de acción serán las que dicten los principios de la guerra.

j. Mantenga presente las axiomas y los fundamentos de la doctrina vigente, para llevar al cabo operaciones en la selva.

k. Establecerá inicialmente el centro de operaciones tácticas de la Región militar (Cotremi), en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas.

l. En la zona de expansión, su principal tarea es la destrucción o neutralización de las guerrillas locales, milicianos y comandos y la seguridad y defensa de las instalaciones vitales.

En esa misma zona ejercerá dirección, coordinación y control sobre todas las fuerzas de seguridad pública, haciéndolas responsables de la eliminación de los comandos urbanos y la desintegración o control de las organizaciones de masas.

Para esto, las fuerzas policiacas tendrán los tres objetivos siguientes:

1. Romper la relación de apoyo que existe entre la población y los transgresores de la ley.
2. Descubrir la estructura de los subversivos y sus actividades en la población.
3. Proporcionar un ambiente de seguridad física y psicológica entre la población ajena al conflicto.

m. En la zona de defensa, su principal objetivo es destruir o desorganizar a las unidades regulares, comandos milicianos y guerrillas locales del EZLN.

n. En la zona estratégica de retaguardia, no escatimar esfuerzos y recursos para destruir al Comité Clandestino Revolucionario Indígena (CCRI), cuartel general del EZLN.

o. El objetivo de las operaciones psicológicas es la de destruir la voluntad de combatir del EZLN; ganar para el gobierno el apoyo de la población civil y crear en ésta la sensación de seguridad física y psicológica. Teniendo como premisa no atacar a:

1. La religión.
2. Los grupos étnicos.
3. Los países vecinos.

p. Explote los recursos aéreos para obtener ventaja en:

1. Movilidad.
2. Mando y control.
3. Reconocimiento.
4. Logística.

q. Durante la primera fase del plan de campaña, dé énfasis a la elaboración de planes y con respecto al adiestramiento intensifíquese lo relacionado con la preparación de las tropas para:

1. El apoyo aéreo inmediato.
2. Apoyo de fuegos.
3. Patrullas de combate.
4. Operaciones nocturnas.
5. Combate en la selva.
6. Combate en áreas urbanizadas
7. Liderazgo y orden de batalla del EZLN.

r. Organizar secretamente a ciertos sectores de la población civil, entre otros, a ganaderos pequeños propietarios e individuos caracterizados con un alto sentido patriótico, quienes serán empleados a órdenes en apoyo de nuestras operaciones. [formación de grupos paramilitares]

s. Respecto a la Inteligencia, deberán dirigir, controlar y coordinar todas las agencias militares y civiles de la especialidad para obtener:

1. Contrainformación.
2. Inteligencia de combate.
3. Inteligencia para el apoyo de operaciones psicológicas.
4. Inteligencia de la situación interna (información política, económica y social).

t. En coordinación con el gobierno del estado y otras autoridades, deberá aplicar la censura a los diferentes medios de difusión masiva.

Establezca una oficina de comunicación y designe un vocero oficial.

u. Elaborar un plan de desarrollo que será sometido a consideración del C. Presidente de la República.

v. Presente un plan para la organización y funcionamiento de un Centro Coordinador Estatal, para la dirección de las operaciones de mantenimiento del orden en el estado de Chiapas.

w. Las fuerzas asignadas al esfuerzo para las operaciones de mantenimiento del orden, serán asignadas en un documento por separado.

x. El Plan de Campaña y el Plan de Desarrollo estarán dirigidos a los transgresores y a la población.

y. La Armada de México apoyará al Ejército y Fuerza Aérea mexicanos en el ámbito de su responsabilidad.

B. Fuerzas enemigas.

a. El autodenominado EZLN, como toda organización maoísta, está constituido por una dirección política, las fuerzas armadas y las organizaciones de masas.

(...) No debe descartarse la posibilidad de que el EZLN se apoya en las estructuras políticas del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

(...) 3. Organizaciones de masas (secretaría de masas). Es la parte fundamental y más importante elemento de la estrategia maoísta, se estructura con organizaciones sociales reales o de fachadas, en los sectores: Magisterial, Estudiantil, Popular, Laboral, Etnicas, Religiosas, Campesinas, Otras.

IX. En estas organizaciones se desempeñan los comandos, las fuerzas milicianas mexicanas y las guerrillas locales.

(...) 1. Zona de expansión.

i. De la línea Palenque-Ocosingo-Comitán-Frontera Comalapa hacia "W", en dirección de Tuxtla Gutiérrez.

ii. En esta zona aparecen:

(a). Organizaciones de masas.
(b). Fuerzas milicianas mexicanas.
(c). Guerrillas locales.
(d). Comandos urbanos y rurales.

iii. Efectivos que operan en la zona.

(a). Entre milicianos y guerrillas locales se han detectado a 4,784 efectivos.
(b). Las organizaciones de masas se estiman en 200,000 personas.

IV. De la linea antes citada hacia el "E" con la frontera de Guatemala, los transgresores la denominan "zona, de territorio liberado".




El Plan de Campaña Chiapas 94, con sus reactualizaciones pertinentes, se ha seguido al pie de la letra en el combate al EZLN:

1.- Se ha intentado asestarle constantes derrotas morales para “destruir la voluntad de combatir” del EZLN. Ataques epidemiologicos mediante contaminación de agua. Robo, quema de casas, amenazas, hostigamientos.

2.- Se ha intentado eliminar al CCRI-CG del EZLN (recuérdese la ofensiva del 95 para capturar al Subcomandante Marcos)

3.- El gobierno, los partidos y el ejército coadyuvaron en la formación de grupos paramilitares, algunos actualmente desaparecidos y sus miembros reorganizados en otros grupos. Algunos de estos grupos paramilitares y sus zonas de influencia, denunciados en años anteriores por organismos de defensa de los derechos humanos son: el Tomás Munzer en la zona de la selva (Oxchuc, Ocosingo y Altamirano), el Movimiento Indígena Revolucionario Antizapatista en las Cañadas y norte de la selva (Las Margaritas, Oxchuc, Huixtan, Altamirano, Ocosingo, Sitalá, San Juan Cancuc), Paz y Justicia y Los Chinchulines en el norte de la selva (Tila, Sabanilla, Tumbalá, Salto de Agua, Palenque, Yajalón, Chilón, Ocosingo, Venustiano Carranza), Alianza San Bartolomé de los Llanos y Fuerzas Armadas del Pueblo en los valles centrales (Venustiano Carranza) y Máscara Roja en Los Altos (Chenalhó, Larráinzar, Chamula, Pantelhó), Los Puñales, en Amatenango del Valle y Comitán. Todos ellos y otros más, han sido responsables de varias masacres, particularmente la masacre de Acteal, donde fueron asesinadas 45 personas, pero también han sido responsables de asesinato, hostigamiento, robo, despojo, etc.

4.- operaciones psicológicas y censura. Estas acciones se han visto expresadas en difusión de rumores, ataques a periodistas y medios de comunicación tanto nacionales, como internacionales, tanto corporativos como libres.

5.- Planes de desarrollo contrainsurgentes, tales como los que ha puesto en marcha el actual gobernador Jaime Sabines, mediante los cuales se ha sembrado la discordia entre la población civil, entre bases de apoyo zapatistas y bases de apoyo de partidos políticos. Y que lamentablemente, ante la fuerza de la marginación y la pobreza cotidiana ha logrado convencer a “muchos” indígenas de las bondades del gobierno. Lo cual no ha restado fuerza al movimiento zapatista, particularmente por los importantes avances en desarrollo social que han tenido: educación, salud y “buen gobierno”.

6.- desplazamiento de población, particularmente en la región de Montes Azules.

7.- acusaciones legales falsas contra bases de apoyo zapatistas o adherentes a la otra campaña. Presos políticos.



- Zedillo extiende la campaña contrainsurgente. El sexenio de las masacres.

Tras asumir la presidencia en diciembre de 1994 el gobierno de Ernesto Zedillo (1994-2000) extendió la campaña contrainsurgente por todo México. En Guerrero y Chiapas las masacres se hicieron una constante. En febrero del 95, apenas tres meses después de asumida la presidencia, Zedillo lanza una ofensiva militar para detener a la comandancia zapatista. En junio de 1995, en Aguas Blancas Guerrero, son asesinados 17 campesinos militantes de la OCSS (Organización Campesina de la Sierra del Sur), quedando otros 21 heridos. En 1996, un año después de la masacre de Aguas Blancas se da a conocer el Ejército Popular Revolucionario (EPR). Agosto de 1996, el ejército lanza operativo contrainsurgente en la sierra sur de Oaxaca, particularmente en la región Loxicha, contra supuestas bases de apoyo del (EPR), decenas son los torturados, los ejecutados y los presos, varios de los cuales continúan recluídos hasta hoy día. En diciembre de 1997 son asesinadas 45 personas, 16 niños y adolescentes, 20 mujeres (7 embarazadas) y 9 hombres adultos. En junio de 1998 en la localidad El Charco, en Guerrero, fueron asesinadas en una primaria 11 personas, quedando otras cinco heridas y 22 más detenidas, entre ellas 5 menores de edad. En junio de 1998 en El bosque, Chiapas, fueron asesinadas 8 personas, y 53 más quedaron detenidas. En octubre de 1999, en una amplia operación contrainsurgente de inteligencia son apresados y desaparecidos, por varios días, dos altos dirigentes del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente (ERPI), mismos que permanecieron presos en penales de máxima seguridad hasta que ganaron un amparo que les dio la libertad, 10 años después. Febrero del año 2000, tres mil policías federales toman la ciudad universitaria y demás planteles educativos de la UNAM. 1000 miembros del Consejo General del Huelga son apresados, los cargos en su contra son: terrorismo, asociación delictuosa, despojo, robo, motín, etc.

Si de 1968 a la fecha hiciéramos una revisión histórica de las masacres realizadas contra la población civil o contra organizaciones guerrilleras, por parte de paramilitares y/o el ejército, verdaderamente quedaríamos perplejos, pues han sido cientos de personas las que han sido asesinadas a mansalva, que han padecido el absoluto poder de violencia que tiene el Estado. El estado se ha mantenido impune. Los criminales todavía andan sueltos.


- De Fox a Calderón, seis años más de guerra sucia.

Desde el año 2000, año en que asumió la presidencia Vicente Fox, como parte una supuesta alternancia política para fortalecer la “democracia mexicana”, y hasta la fecha, la guerra sucia ha escalado en sus niveles de violencia y de afectación a víctimas. Comúnmente podría creerse que durante el sexenio de Fox se vivió una renovada etapa de “paz social”, sin embargo, esto es falso, pues el reacomodo de la clase política no impidió que desde el Estado se lanzaran amplios operativos contrainsurgentes (económicos, sociales, militares, políticos, etc) contra el pueblo trabajador. En 2001, Fox decreta la expropiación de tierras en Texcoco para la construcción de un nuevo aeropuerto internacional, mismo que tras varios meses de lucha de las localidades afectadas, encabezadas por el Frente de Pueblos en Defensa de la Tierra (FPDT), será revocado (2002). En 2001, el EZLN sale de Chiapas para recorrer el país en lo que se llamó la Marcha del Color de la tierra. El Congreso de la Unión, con la complicidad de todos los partidos, rechaza la firma de los Acuerdos de San Andrés, que habían sido producto de las negociaciones entre el EZLN y el gobierno mexicano. En marzo de 2001 son reprimidas las manifestaciones “globalifóbicas” contra el Foro Económico Mundial que se realizaba en Cancún, decenas los detenidos, decenas los golpeados. En agosto de 2001, son apresados los hermanos Cerezo Contreras y el indígena Pablo Alvarado, acusados de terrorismo, asociación delictuosa y otros, por sus presuntas ligas con el EPR y en la comisión de un atentado contra una sucursal de Banamex reivindicado posteiormente por las FARP. Los hermanos Cerezo Contreras permanecerán en distintas cárceles de máxima seguridad durante los siguientes 8 años. Es sabido que los hermanos Cerezo Contreras fueron torturados y tomados como rehenes por el Estado mexicano para intentar neutralizar al EPR, y detener a su dirigencia, lo cual sin embargo, no logró. En octubre de 2001 es asesinada la abogada Digna Ochoa, quien llevaba la defensoría de los hermanos Cerezo, pero también de muchos otros luchadores sociales del estado de Guerrero. En 2003 son reprimidas las manifestaciones contra la 5ta. Cumbre ministerial de la OMC realizada en Cancún, decenas son los detenidos y golpeados. El campesino coreano Lee Kyung-Hae se suicida en protesta por la políticas económicas impulsadas por la OMC. En abril de 2004, es desaparecido, torturado y asesinado el estudiante de la UNAM/ENAH Pável González, sin que hasta la fecha se haya esclarecido ese horrendo crimen se mantienen las sospechas de que un grupo paramilitar de ultraderecha cometió dicha acción contrainsurgente pues durante los siguientes meses la campaña de miedo al interior de la universidad se intensificó. En mayo de 2004, son reprimidas las manifestaciones contra la III Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y la Unión Europea en Guadalajara, Jalisco. En medio de fuertes enfrentamientos y una brutal represión, 45 personas son detenidas, golpeadas y torturadas. Ocho extranjeros participantes en las manifestaciones son detenidos y expulsados del país. En 2005, se firma la contrainsurgente Alianza para la Seguridad y la Prosperidad de América del Norte, entre México, Canadá y Estados Unidos. Dichos acuerdos hasta la fecha se mantienen en secreto. En 2005, la represión en la UNAM continúa; en julio de 2005 es apresado el que esto escribe por su participación en el auditorio Che Guevara. La policía lo acusa falsamente de narcomenudeo por orden directa del Rector Juan Ramón de la Fuente -así lo expreso el comandante a cargo del operativo. En diciembre de 2005, nuevamente es apresado un activista organizado en torno al Auditorio Che Guevara. Desde 2004 y hasta 2006 el auditorio Che Guevara resistirá en condiciones precarias, sin luz suficiente, con cortes de agua constantes, con amenazas y persecución contra quienes se organizan en su interior. En 2005 sale a la luz la Sexta Declaración del la Selva Lacandona del EZLN, se conforma la otra campaña y se inicia un recorrido por todos los estados del país. En mayo de 2006, a mitad del recorrido del Delegado Zero, es reprimida violentamente en un amplio operativo contrainsurgente la localidad de San Salvador Atenco. Decenas los detenidos, decenas los golpeados, decenas las mujeres violadas, además de 2 muertos y varios heridos es el saldo de la represión. Ignacio del Valle y otros líderes del FPDT son apresados y recluidos en penales de máxima seguridad. Después de cuatro años ininterrumpidos de lucha, los presos de Atenco son liberados. En julio de 2006 estalla el movimiento magisterial y popular en Oaxaca, meses de lucha extienden las barricadas por todo el estado. Caravanas de la muerte recorren la ciudad de Oaxaca, los muertos se cuentan por decenas. A finales de octubre el gobierno lanza un amplio operativo contrainsurgente, marinos, ejército y policía federal blindan el estado ante un posible alzamiento armado. 2 de noviembre, la policía federal es derrotada en una batalla campal tras varias horas de combate, esto en las inmediaciones de la ciudad universitaria. Sin embargo, el operativo se incrementa, miles de soldados toman la ciudad. Se suceden enfrentamientos. Decenas son los detenidos, decenas los heridos y golpeados. Diciembre de 2006, asume la presidencia Felipe Calderón. Contra lo que marca la ley, el ejército entregará la banda presidencial al nuevo presidente, quien sin dudarlo se disfraza de jefe militar, ese será el signo del gobierno de Felipe Calderón.

- Algunas conclusiones. Tras el recuento parcial de los saldos de la guerra sucia que se ha vivido de 1940 a 2006, podríamos estar en condiciones de afirmar que los muertos suman unos 30 mil, que los detenidos-desaparecidos suman unos 15 mil, que los presos políticos alcanzaron una cifra de alrededor de 5 mil personas, y así sucesivamente, sin embargo, lo que debe quedarnos claro es que en ese accionar de guerra sucia el Estado mexicano se ha convertido paulatinamente, después de la Revolución, en un Estado terrorista. Que esa conversión consciente que ha tenido el Estado hacia un Estado terrorista ha significado la institucionalización de la guerra sucia, y en general de la guerra, como forma de gobierno, como forma de hacer política -por otros medios. Una forma de hacer política que en lo civil busca imponer, agandallar, corporativizar, que es clientelar, parternalista, asistencialista, corrupta, etc., pero que en lo militar, busca, sin más, eliminar al oponente, humillarlo, despojarlo, reprimirlo, etc. Y peor, que quienes la llevan a la práctica, tanto los gobernantes, como los políticos, como los funcionarios, como los militares, los policías y los paramilitares, gozan con el dolor de quienes creen inferiores y estúpidos.

De este recuento parcial de guerra sucia, aunque enfocado a las operaciones de guerra sucia, también es posible concluir que pese a sus intentos por destruir moralmente a quienes durante más de 500 años hemos resistido la conquista capitalista, no hemos sido derrotados, que tenemos en nuestro poder amplias zonas territoriales de México ricas en agua, en bosques, selvas, desiertos, minerales, cultura. Siendo este patrimonio cultural el que buscan arrebatarnos y mercantilizar a costa de lo que sea, que no lo hemos permitido, pese a la muerte de muchos de nosotros, y que no lo vamos a permitir. Que la nuestra es una lucha por la vida y por la libertad, que no hay propósitos más nobles y dignos que estos, y que la justicia, más temprano que tarde se hará valer. Nuestros dolores y nuestra tristeza alimentan la digna rabia.


En el próximo y último artículo de esta serie abordaremos el panorama actual de guerra sucia que se vive en México y algunas reflexiones sobre lo que los movimientos sociales podemos hacer para defendernos / atacar y así avanzar hacia la victoria...

Gracias

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