domingo, 22 de enero de 2012

Los pueblos de Morelos contra Casas Geo o Jaulas Feo

Escrito por Gilberto López y Rivas


En la permanente lucha por los territorios y sus recursos entre los pueblos y las corporaciones que buscan la ganancia privada, no hay quien pueda ser neutral. Así, el conflicto del pueblo de Tetelpa, en Zacatepec, Morelos, contra el proyecto de Casas Geo, que pretende construir 7 mil casas-gallinero en una superficie de 101 mil 169 metros cuadrados ocupando las faldas del cerro de la Tortuga, se inicia cuando algunos habitantes de esta comunidad, actuando en beneficio propio y violentando los requisitos legales que norman el traspaso de tierras ejidales a particulares, como es la aprobación expresa contenida en un orden del día de la asamblea de ejidatarios, venden terrenos comunitarios a diferentes personas y empresas, para que finalmente el 23 de junio del 2011 Casas Geo adquiera la superficie referida.

Una vez consumada esta privación ilegal de tierras ejidales, las autoridades del municipio de Zacatepec, encabezadas por el priísta José Carmen Cabrera, se constituyen en amanuenses-representantes de la empresa para promover en Tetelpa la aceptación del proyecto, aduciendo que no existen irregularidades en la adquisición de los terrenos y afirmando falsamente que la Comisión Estatal del Medio Ambiente (Ceama) ya había otorgado un dictamen de aprobación sobre el impacto ambiental.

Lejos de ello, esta dependencia había ya recibido desde 2009 la solicitud de Tetelpa para que el cerro de la Tortuga sea considerado área natural protegida, realizando el estudio justificativo el investigador Fortunato Solares Arenas, quien entregó sus resultados a mediados de 2010, por lo que se espera se publique el decreto en el periódico oficial Tierra y Libertad.

Ante el anuncio de la construcción de las casas en junio, tienen lugar las primeras reuniones de la comunidad de Tetelpa, que rechaza el proyecto en razón de su historia de resistencia y por su condición de pueblo originario, que se ha distinguido por defender durante siglos sus tierras, sus centros ceremoniales, su cerro de la Tortuga, su pirámide en la cima, su identidad, costumbres, cultura, agua, aire limpio, las especies animales y la gran variedad de plantas medicinales de su entorno natural, todo lo cual será afectado gravemente.

Los pobladores hacen recuento de los constantes despojos por grupos empresariales que, coludidos con autoridades locales y estatales, pretenden ahora imponerles por la fuerza un proyecto que dejaría sin agua no sólo a su comunidad, sino a otras aledañas como Xoxocotla, Zacatepec, Chiverías, Galeana, Benito Juárez y colonias unidas, donde actualmente el líquido vital llega por tandeo cuatro horas máximo, durante tres días a la semana. Se trata de un escenario ya existente de carencia de agua, al que se pretende sumar el desarrollo jaulístico-inmobiliario referido, con requerimientos insustentables. Pero además, los fraccionamientos afectarían por medio de sus desagües al río Apatlaco, ya de por sí contaminado, perjudicando a las comunidades que lo utilizan para uso agrícola y doméstico.

Tetelpa reclama el respeto a su autonomía como pueblo originario en razón de la Constitución Política, el Convenio 169 de la OIT, la Ley Agraria, y de acuerdo a la nueva Ley de Protección, Fomento, Cultura y Organización de los Pueblos y Comunidades Indígenas del Estado de Morelos, emitida por el Congreso local en fecha reciente, que en su artículo 32 asienta: “Los pueblos y las comunidades indígenas tienen el derecho a decidir las prioridades en lo que atañe al proceso de desarrollo, en la medida en que éste afecte sus vidas, creencias, instituciones y bienestar espiritual y a las tierras que ocupan y utilizan, así como a decidir su desarrollo económico, social y cultural en el contexto del plan estatal y municipal de desarrollo”.

Ante la movilización comunitaria, la reacción de Casas Geo y sus cómplices en los gobiernos ha sido el uso sistemático de las amenazas telefónicas y de otro tipo, la represión judicial contra los dirigentes de la comunidad, e incluso contra el mencionado biólogo Fortunato Solares Arenas, investigador del Instituto de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias, así como la utilización de individuos que actúan como grupos de choque, como el “Nuevo Grupo Sindical”, dirigido por un líder charro de extracción priísta, ahora militante del PAN. Asimismo, en diciembre se publicaron inserciones pagadas en varios periódicos morelenses, firmadas por asociaciones fantasmas como “vecinos de la región” y “trabajadores de los pueblos vecinos”, que delataron por su redacción, contenido y costo un claro origen corporativo. Los desplegados pretendían desvirtuar los resultados del Foro en Defensa del Cerro de la Tortuga, realizado en diciembre pasado, y difamar a los dirigentes comunitarios, a quienes paralelamente se les inician averiguaciones previas por supuestos delitos, en una clara acción judicial que criminaliza el derecho a la movilización política.

El cerro de la Tortuga forma parte de una relevante región con selva baja caducifolia que genera una gran biodiversidad, cuenta con más de 100 diferentes especies de árboles, muchos de ellos con propiedades medicinales, comestibles y de otros usos, nicho de diversas especies faunísticas y uno de los pulmones de la zona centro-sur de Morelos. Constituye a su vez un espacio sagrado, con vestigios arqueológicos reconocidos por el INAH y donde se realizan actos ceremoniales anuales. Por todo ello, el rechazo al proyecto de Casas Geo ha recibido el apoyo de la sociedad civil morelense, de grupos ecologistas y, naturalmente, de los pueblos originarios del estado. Demandamos la suspensión definitiva de la obra, el respeto irrestricto a la voluntad de los ejidatarios de Tetelpa y al dictamen ambiental ya elaborado, así como la no ejecución de las órdenes de aprehensión.


LaJornada

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