lunes, 3 de febrero de 2014

“Me siento triste y agredido por el homicidio que el mal gobierno cometió en contra de Kuy”

Miro con tristeza los efectos que hacen el sistema y el capitalismo en mi gente. He sido víctima del mal gobierno, es decir, conozco cómo son y cómo  piensan los policías. Así como son en su casa, son en la calle. Trabajo en ellas desde hace 20 años. Vendo paletas, pulseras y artesanías en camiones y microbuses.
 Soy hijo de un policía que después de 32 años de servicio está jubilado. De niño él me trató muy mal, física y sicológicamente, pero desde que tengo uso de razón he sido de mente abierta, nunca me ha gustado someterme a nada ni a nadie. Voy a donde quiero y actúo como yo creo, nadie me tiene que preguntar ni pedirme cuentas de lo que hago.
El primero de diciembre de 2012, en las afueras del palacio legislativo de San Lázaro, durante la toma de protesta del copetón, Francisco Kuykendall fue herido en la cabeza con un proyectil de gas lacrimógeno que fue disparado por un elemento de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), de lo cual hay videos.  Las intenciones fueron lastimar letalmente sin importarles el daño que le pudieran hacer a los que por derecho protestaban en ese lugar.
Kuy, activista de la Otra Cultura, junto con otros grupos, estaba expresando su inconformidad y por qué no debiera ser presidente Enrique Peña Nieto, cuando sucedió este ataque en contra de nuestro compañero, además de que gente enviada por el mal gobierno arrojó bombas molotov para desacreditar las protestas y justificar los actos de represión ante la ya bastante engañada sociedad. La intención de ellos es que pasen desapercibidos los homicidios, los actos cobardes y bajos que la policía y el mal gobierno cometen. Son indignantes las acciones que ellos cometen.
Este 25 de enero, a las cinco de la mañana, falleció Kuy después de más de un año y un mes de estar en agonía. Desde 1968 empezó su activismo, fue  testigo de la masacre de Tlatelolco, importante miembro de diversos programas culturales e impulsor de música de protesta además de ser adherente de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona convocada por el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN).
Desgraciadamente ese día se quema el mercado de la Merced y muere el escritor Emilio Pacheco, y los medios aprovechan esto para poner una neblina ante la sociedad y no difundir el asesinato y muerte de nuestro maestro, si acaso pasaron una nota confusa de menos de 30 segundos.
Conocí a Kuy en una reunión en San Salvador Atenco. Cuando pude conversar con él me di cuenta que su mente era la de un revolucionario, estaba inconforme por lo que está sucediendo en el país y con nuestra gente, los más vulnerables. También pude percibir un sentimiento de tristeza porque somos pocos contra todo un sistema, aunque sabía con quién compartía sus ideales y sentimientos, él sabía con quién contaba. Ese cambio que él quería necesita tiempo, tiempo que él desgraciadamente ya no pudo ver. Creo que él ya lo sabía.
En estos cuatro años que tuve el placer de tratarlo me gustaba platicar con él porque me entendía y se ponía en mis zapatos,  comprendía quién era yo y lo que quería. Me gustó su espíritu, su mente y su tranquilidad para trabajar con otros como yo, que de por si es muy complicado tratar conmigo porque a veces ni yo me dirijo la palabra.
Durante más de 40 años Kuy la hizo de pedo por tanta mierda del gobierno. Por mil motivos poca gente se atreve a hacer lo que el compañero hizo. El miedo, la comodidad, desidia o quizá simplemente no le importa esto mientras haya huevos y frijoles en casa. El capitalismo solo induce a “luchar” por aparatos electrónicos como una pantalla de 50 pulgadas, Xbox, PCP,  wiifi y todas esas puterías. Este sistema tiene a muchos mexicanos endeudados y la vida empeñada en cómodos pagos semanales. Muchos no se dan cuenta de lo que está pasando en el país y a nuestro alrededor como: la reforma energética, laboral, educativa, entre otras. Estas son nuestras decisiones y no de unos cuantos en el poder.
Kuy por eso luchaba y entregó su vida por sus ideales,  eso era todo lo que él quería, un México más justo. Por él ahora entiendo mejor a los zapatistas, luchan contra este asqueroso y vulgar pastel de injusticias y gandalleces que nos da el mal gobierno, y siguen construyendo su mundo, que es mejor, más equitativo e igualitario, y lo mejor de todo, es funcional y evolutivo.
Soy la persona más imperfecta y eso me trae muchos problemas, pero si algo me enseñó Kuy es que no todo es como queremos y que debemos aceptarlo con inteligencia y madurez. Disfrutar esas cosas, lugares y personas que tenemos la fortuna de conocer. Recuerdo que en una ocasión Kuy me dijo: Si eres,  adelante, no tienes por qué detenerte.
Me siento triste, agredido, maltratado, golpeado, violado por el homicidio que el mal gobierno cometió en contra de Kuy. Lo peor es que hasta ahorita no hayan detenido a  algún responsable por esto. Siento impotencia porque nomas de imaginar que por muchas marchas y protestas pacíficas pueda quedar impune esta mierda que le hicieron al maestro Kuykendall.
Me llamo punta Alberto y pregunto, compañero, compañera qué vamos a hacer al respecto. ¡Cómo es posible coño! que no esclarezcan los homicidios de San Salvador Atenco y lo que le hicieron al maestro Kuykendall y que todavía nadie esté en la cárcel por estos hechos.

 http://desinformemonos.org

No hay comentarios:

Publicar un comentario