domingo, 30 de enero de 2011

LA PURGA DE LOS “IMPURGABLES”

En el mundo han habido revoluciones, donde la sangre de rebeldes e insumisos ha sido derramada la víspera de que los pequeño-burgueses, que entonces que se hacían llamar "revolucionarios", se sienten al lado de la misma burocracia contra la que decían luchar, celebrando asía el triunfo de sus intereses más abyectos, que por su propia formación ideológica albergan dentro de sí, retacándose la boca, cual cerdos en el chiquero, de que cualquier acto de su parte se justifica en aras de ser en "nombre del pueblo".
Este tipo de sujeto (que en nada difiere de los mencheviques rusos), vive obsesionado por lo que se conoce como "tomar el poder", aunque por su carencia de argumentos y convicciones, se ven en la situación de estar a la zaga del movimiento social, y hasta de las organizaciones de tipo elitista y autoritario, aunque eso si, más congruentes con su pensamiento, que históricamente han estado presentes en procesos revolucionarios, y por quienes sienten simpatía y en realidad admiran.
No es extraño pues, que se valga de las artimañas más viles para desprestigiar a quienes consideran una molestia en su camino hacia las parcelas del "nuevo Estado", que es a lo que realmente aspiran. Este es el caso de Armando Visairo, mejor conocido como "El plátano", que en nombre del denominado "Proyecto 2010" y los lacayos que lo integran, así como de las "Brigadas Zapatistas Región Sur", ha decidio declarar una agresión abierta contra quienes formamos parte del colectivo "Miserables Libertarios", en una nota informativa de calidad mediocre, del periódico "El Sol de Cuernavca" del día 27 de enero del presente año, redactado por Angelina Albarrán, conocida periodista de la región sur del estado de Morelos, y que en el año 2006, cuando la Comisión Sexta del EZLN iniciaba el recorrido de la Otra Campaña, específicamente en su arrivo a tierras zapatistas, se declaró abiertamente adherente a la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, para poco tiempo después desvincularse en circunstancias poco claras del movimiento social que se formó al paso de la Comisión Sexta del EZLN.
Así pues, en dicha declaración se menciona que quienes integramos el colectivo "Miserables Libertarios" sembramos, suministramos y comercializamos droga, así como a incitar al "uso y abuso" de sustancias entre la juventud, lo cual es grave, pues en una falta de madurez política y una histeria propia de la frustración, Armando Visairo no alcanza a comprender el riesgo en que pone a terceras personas.
Este es el tipo de "revolucionario", si es que alguna vez lo fue, que pasado el tiempo y viendo sus deseos frustrados, intenta patalear como gato en el estanque, actitud propia de quienes no saben ver a través de las épocas ni de los procesos históricos, y miran con terror el ímpetu de nuevas generaciones que luchan y ni siquiera sospechan de la existencia de supuestos luchadores sociales (aunque tal vez ahora se les conozca a través de la prensa amarillista). Es el típico "revolucionario", si es que alguna vez lo fue, que estragado por el etileno y ahogado por desórdenes andropáusicos, no reconoce en su vocabulario, bajo ningun tipo de semiótica, el concepto de ética.
Reconocemos a Armando Visairo "el plátano", como una personaje que en el contexto local de Jojutla, Morelos, conocimos en nuestro incipiente andar como luchadores sociales, y con quien mantuvimos una coordinación en actos propagandísticos, foros, talleres, enfrentamientos con la policía (algunos por solidarizarnos con comerciantes ambulantes de la explanada del auditorios municipal de Jojutla, con quienes, según "el plátano", mantenía una coordinación de lucha), y otras actividades que a iniciativa nuestra se hacían, como los talleres de arte pictórico y musical, y los talleres de talabartería que voluntariamente algunos de los que ahora, cual robots programados, respaldan esta infame declaración, emanada de la histeria de padres de familia incapaces de aceptar los actos de sus propios hijos y orquestada por la corrompida mente del plátano, quien en el tiempo de los mencionados talleres no consideró grave hacer uso de algunos elíxires, aunque eso sí como el dice, "legales".
Como colectivo "Miserables Libertarios" desmentimos las graves acusaciones de que se nos hace objeto, y hacemos responsables a quienes las respalden, como los sumisos y contrarrevolucionarios súbditos de Visairo, y especialmente a éste, de las consecuencias que a raíz de esto se desencadenen en contra nuestra, en contra de nuestros familiares y conocidos, y contra la misma gente que acude a nuestro Centro Social Comunitario "Julio Chávez López".
Nuestra postura libertaria nos impide comprender este tipo de aberraciones políticas, y no podemos menos que pensar que un verdadero agente del Estado tiene el nombre de Armando Visairo.
De igual manera, nuestra postura libertaria encuentra chocante una retrógrada moralidad que en fondo mueve todo este cúmulo de injurias en contra nuestra, y encontramos contradictorio el hecho de que una persona se atreva a salir en los medios de comunicación con los "huevos" de vilipendiar a un colectivo juvenil en lucha, a menos de un mes de haberse visto involucrado personalmente (y esto está documentado) justo en un problema de posesión de drogas ilícitas.
En el mundo agonizante que aún existe, se necesitan seres que no pretendan dirigir ninguna revolución para después erigirse en tiranos; también se necesitan seres que no busquen el oportunismo político y las parcelas estatales (cual rémora limonera al tiburón) que acarician en sus sueños viles, y en su intento aniquilen a quienes buscamos la autonomía y en algunos aspectos la practicamos; ni tampoco supuestos luchadores sociales, que al igual que el burgués y su pensamiento vulgar, vean a trabajadoras sexuales como desperdicio social del que pueden hacer uso; o supuestos revolucionarios que se abalanzan contra quienes son jóvenes y adoptan formas de expresión diversas que sus empobrecidos cerebros y su alma envejecida no pueden asimilar; menos se necesitan activistas que desconocen la diferencia entre usuario o consumidor de drogas a un verdadero drogadicto, lo cual se puede encontrar en algunas legislaciones médicas y jurídicas, siendo satanizados por igual por quienes a espaldas de la sociedad abrazan una moral oculta.
Lo que si se necesita para que nada revolucione y al contrario todo retroceda, son seres frustrados, que criticando al sistema (o imperio como más gustan de llamar) y sus formas de enajenación, consciente o inconscientemente participan de él, promoviendo valores arcaicos que solo perpetúan el patraircado, la autoridad y las relaciones liberales de tipo burgués, las cuales guardan una doble moral, es decir, de fondo conservador, y por lo tanto contrarrevolucionarias.
El Estado y los agentes policiacos no se encuentran en nuestro colectivo, qu entre otras cosas, promueve una educación autónoma, es decir, fuera de los lineamientos de la SEP y otras burocracias oficialistas, y talleres de lectura populares.
Con la declaración del 27 de enero de este año en el periódico "El Sol de Jojutla", en donde se nos imputa "corromper a la juventud", queda claro que los que realmente hacen el trabajo sucio al Estado (pero sobretodo al sistema, que es algo que estos supuestos compañeros no alcanzan a comprender) son quienes, alguna vez definidos compañeros de lucha, han emprendido esta campaña de desprestigio; qué más que una doble moral, (pero sobretodo una doble o múltiple militancia, lo que nos hablaría de algunos rasgos esquizoides en su personalidad), el decir que estarán atentos a cualquier acto en nuestra contra (con lo que se anticipan a los hechos), pero al mismos tiempo no callar lo queno consideran "bueno", aún atentando contra la integridad de quienes para sus ojos, ya sin brillo, no actuamos como verdaderos revolucionarios, es decir, nosotros, el colectivo "Miserables Libertarios".

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