lunes, 31 de enero de 2011

ANÁLISIS DE LAS AGRESIONES MEDIÁTICAS DE ARMANDO VISAIRO Y FIELES, CONTRA COLECTIVO “MISERABLES LIBERTARIOS”

En la historia de las luchas sociales, cualquier vulgar y nauseabundo personaje puede autonombrarse “revolucionario”, “de izquierda”, “luchador social”, etcétera; pero como estos son nombres de trajes muy finos, que evidentemente a ninguna sabandija repugnante pueden ser confeccionados, pasemos hablar de protagonismo, envidia, inmadurez tardía, alevosía, celos, susceptibilidades heridas y otras bajas pasiones que bien pueden hacer las veces de hilachos que cubren los marchitos cuerpos de seres que se apoyan en la injuria y la ignominia hacia otros, con lo que únicamente hacen más agonizante el ocaso de sus miserables vidas.

Tal es el caso de Armando Visairo y una organización a la que dice pertenecer, aunque no sabemos a ciencia cierta si es una organización fantasma que recrea los sueños antañeros de una lucha que, precisamente por este tipo de actitudes, estuvo perdida de antemano, aunque eso ya lo ha juzgado la historia.

Hagamos un breve análisis de las declaraciones que por parte de dichos personajes se hacen acerca del colectivo “Miserables Libertarios”.

Para empezar, se habla de manera anticipada, cual niño inexperto que sabe que le espera un castigo, de que son grupo u organizaciones, o lo que quiera que sean, que no han faltado a los principios, casi dogmas, ja (imagino a los zapatistas riendo quisquillosamente), de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona, cuando lo que los zapatistas han dicho es que caminamos juntos pero en autonomía, un concepto bastante amplio para el intelecto de personajes que apenas se puede decir que son marxistas-leninistas. Por otro lado, refrendan su compromiso de solidaridad con la clase campesina, pero cuanto conocemos de su lucha, no hemos conocido a compañeros campesinos con quienes realmente están luchando como dicen, ni tampoco los hemos encontrado en las siegas de la región, ni compartiendo alguna agobiante jornada en los embrutecedores cañaverales donde se explota a indígenas.

Es claro también, que de su parte desconocen la diferencia entre un usuario o consumidor de drogas a un drogadicto, que son cosas distintas (ver legislación en materia de drogas y definición médica).

Igualmente, habría que considerar que es lo que “el plátano” entiende por Imperio así como la connotación que él le da, tomando en cuenta que no es un imperio como tal contra lo que actualmente hay que luchar, sino de un sistema global que trasciende los limites de los modos imperialistas y se inserta en el corazón y en la mente de cada individuo que conforma el cuerpo social, cosa que con una formación ideológica mecanicista, incluso deficiente dentro de sus parámetros, no es posible asimilar sin dificultades epistemológicas y conflictos propios del desfase entre la gran innovación en la que en los últimos años los movimientos sociales y sus referentes teóricos han incursionado, desembarazándose por completo de ideologías que reproducen relaciones sociales autoritarias, conservadoras y patriarcales, que verdaderamente encarnan un culto religioso de tipo “puritano”, que se deslinda de las consecuencias que nos podría acarrear esta declaración, al mismo tiempo que ocultan su lado obscuro, como la detención de uno de sus miembros hace menos de un mes por posesión de drogas.

De la misma manera, se hace clara alusión a que nuestro colectivo siembra drogas, y no comprendemos como sería su acompañamiento en nuestra lucha, cuando al mismo tiempo afirma que harán las funciones de policía difamando a nuestra organización cuando así lo consideren.

No es su silencio le que los hace cómplices del sistema, sino su actitud de periodistas faltos de ética, que buscan a como dé lugar figurar en la escena social sin importar el daño que pueden ocasionar por su falta de imprudencia.

Por lo que no puede ser considerado que un colectivo sea un antro al mismo tiempo, pues son categorías diferentes, lo que se busca con esto es desprestigiar a la iniciativas de espacios sociales, donde los jóvenes buscamos alternativas de educación, culturales, lúdicas, entre otras, de manera autónoma; discriminando igualmente las expresiones juveniles, criminalizando a quienes no concebimos la revolución con viejas recetas del pasado.

Nos indigna la intención de sembrar la intriga entre el movimiento social en general, y en particular entre quienes, como dice “el plátano”, se sienten afines con la corriente ideológica anarquista, evidenciando casi frase por frase, que es el principal orquestador de todo este teatro barato, y hacer las funciones de divisionismo propias de un miserable esbirro del sistema capitalista, al tiempo que el tristemente célebre “plátano” se hunde en un individualismo decadente.

Al hablar de drogas legales e ilegales, al parecer olvida, o tal vez soslaya, su afición al alcohol, y no sabemos si en su turbulenta vida privada a otras sustancias a las que llama ilegales. Parece que también ignora, quizás en toda la extensión del término, que en nuestro contexto más inmediato, como se dice “se cuecen habas”, lo que dejamos de tarea a la aletargada mente de “el plátano”.

Al parecer también olvida que nunca ha existido afinidad entre nuestro colectivo y sus modos de actuar y pensar, antes bien, organizándonos en talleres diversos con algunos de los que otrora considerábamos compañeros y hacían unos de su libre voluntad. “El plátano” entiende afinidad como aprovechar las circunstancias favorables de coordinarse con un colectivo de jóvenes y beneficiarse personalmente de dicha coordinación.

Al referirse a una supuesta seguridad que se pone en riesgo con nuestros “actos ilícitos” como él los denomina, es evidente que contra la única seguridad que se está atentando es contra la nuestra como colectivo y demás personas que nos rodean, por lo que una vez más lo responsabilizamos de cualquier tipo de acción represiva en nuestra contra.

Se sobreentiende que “el plátano” es el orquestador de toda esta telaraña, lo que lo convierte en el principal actor que prepara el terreno, parafraseándolo, para una posible represión en contra nuestra, pues casi en todos los párrafos de su declaración periodística, en reiteradas ocasiones habla del “uso y abuso” de drogas legales e ilegales, así como de la promoción de su consumo, promoción y venta, lo cual en este contexto no solo nos convierte en blanco de la represión estatal, sino de los narcotraficantes que de esta manera nos pueden ver como una amenaza a su mercado, por lo que volvemos a responsabilizar a Armando Visairo “El plátano”, de lo que nos pudiera suceder en relación a esta difamación.

Por último, cuando afirma que siempre han sido respetuosos con nuestro trabajo y que así se mantendrán, pero al mismo tiempo “estar atentos a cualquier agresión hacia nosotros por parte del mal gobierno”, se anticipa a los hechos represivos, dejando clara su intención y deslindándose al mismo tiempo de responsabilidades.

Además de indignación, sentimos vergüenza de que personajes de esta naturaleza se hagan llamar revolucionarios golpeando a traición a quienes hemos estado, tal vez no en las reuniones que él (“el plátano”) ha programado con el fin de obtener, como sus palabras lo han expresado en repetidas ocasiones, alguna relación político-genital, como el caso de trabajadoras sexuales del “Núcleo Cooperativista Rebelión” de Jojutla, Morelos, con algunas con quienes pretendía obtener servicios sexuales, sólo por haber brindado solidaridad (una solidaridad solo ante los medios como ya nos dimos cuenta que es su afición) a estas compañeras, aunque si en la mayoría de enfrentamientos con la policía.

Esperamos que “el plátano”, en su atiborrada atmósfera de vapores etílicos, encuentre en punto de ebriedad propicio para la sensibilización que le sacuda esa consciencia adormecida por el exceso, y que la resaca no sea demasiado dura como para no poder soportar el efecto boomerang que su efímero momento de juerga política le disparó, de la misma manera que esperamos que los brownies que, consumidos por un organismo humano incapacitado para su asimilación, dejen algún rezago de imaginación en el manipulado psiquismo de un hombre absorbido por la reaccionaria y represiva monogamia.






¡Ni policías, ni narcotraficantes!

¡Solo humanos en proceso de libertad y autonomía!

2 comentarios:

  1. solidaridad y apoyo compañeros

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