lunes, 28 de febrero de 2011

Justicia para la Familia Reyes Salazar. Que Calderón "termine con esta pinche guerra sucia, el pueblo no la pidió"

justicia para la familia Reyes Salazar
Entierran a tres integrantes de la familia Reyes Salazar

Sepultan a Magdalena y Elías Reyes Salarzar y Luisa Ornelas.
No + sangre. No + capitalismo. Alto a la criminalización de la lucha social.


Escrito por Judith Torrea, Blog: Juárez bajo la sombra del narcotráfico

No hay sepultureros en el Valle de Juárez: para abrir la fosa de Elías y Malena Reyes Salazar, al lado de sus otros tres hermanos y un sobrino. Los ataúdes (cerrados) siguen esperando en el campamento que se instaló en la Fiscalía General del Estado para exigir su liberación: desde que fueran levantados un 7 de febrero.

El de Luisa Ornelas, la segunda esposa de Elías, no está: será velado en la casa de la familia de ésta, en El Valle.

Aquí, en el velatorio por los Reyes, no hay mucha gente. Viajar ahora hasta el Valle de Juárez es como hacerlo a un pueblo fantasma, con retenes militares, del que sabes que puedes no regresar. Los ataúdes llegaron a las cuatro y media de la madrugada del sábado, cuando la funeraria pudo finalizar con el tratamiento de los cadáveres descompuestos.

"Los velamos en la Fiscalía porque no tenemos ni casa, fueron vandalizadas, la de mi mamá, incendiada, y como símbolo de justicia", me comenta Saúl Reyes, hermano de los asesinados.

Los puños en alto de los que fueron compañeros en vida de la familia de luchadores sociales. La música de Silvio Rodríguez, Pablo Milanés, la que escuchaban los últimos Reyes asesinados. Y Sara Salazar, la mamá, mirándolos.

Llegan más policías: federales, ministeriales y de la Policía Preventiva Estatal (que todavía llevan en sus uniformes las siglas de la antigua Cipol). Ahora sí que hay un gran operativo para adentrarse a ese mundo del que desaparecieron, fueron enterrados y desenterrados con unas cartulinas que explicaban la razón de su muerte: pertenecer al crimen organizado. Aunque esas enormes cartulinas, que las autoridades han enviado a los medios de información, nunca las vio quién descubrió los cadáveres arrojados en la carretera cuando se dirigía a la universidad, según denuncia el sobrino de los Reyes.

Para llegar hasta el poblado de Guadalupe Distritos Bravos, en el Valle de Juárez, hay que manejar por unos cincuenta minutos: carreteras desoladas en el día, surcadas por pueblos enteros saqueados: de casas incendiadas, en las que vas encontrando tanques militares, retenes con sacos de arena.

En algunas esquinas, están los halcones. Los que trabajan para uno de los cárteles de la droga y vigilan quien entra por esta zona crucial de paso de los narcóticos.

Al llegar al Panteón del Recuerdo encuentras el abandono: que no existe ni en los cementerios más pobres de la ciudad, de Juárez. Son pocos los vivos que quedan en El Valle y pueden atender a sus muertos.

De los vehículos blindados, salen los policías. Los tanques, se quedan fuera, por si entra un grupo armado y comienza a disparar a lo que queda de la familia Reyes y a sus amigos. Entre las tumbas, los policías vigilan. Cuatro niños juegan con un perrito.

Sacan los ataúdes y ella, su madre, grita. Intentando tocar los dos féretros por igual: "Por qué Dios mío!!!!! Yo los quería vivos!!!!!", exclama la señora Sara Salazar, de 76 años, mientras su hijo Saúl intenta sujetarla para que no se caiga del dolor. Y lo que queda de la familia se funde en abrazos.

Primero, un ataúd. Y una bandera de México. Después, el otro. En la misma fosa. Los hermanos, hijos y sobrinos (que quedan vivos) comienzan con las palas a cubrir los féretros. Sara, sentada, sin aire.

La pequeña Yarima, de 12 años, y que fue testigo de las desapareciones forzadas junto con su abuela, está arropada de los hijos de su tía, la reconocida activista Josefina Reyes, que a sus luchas en contra de los feminicidios o del basurero nuclear de Sierra Blanca, añadió la denuncia de desapariciones y asesinatos del Ejército cuando llegó al Valle de Juárez dentro de la llamada guerra contra el narcotráfico del presidente de México Felipe Calderón.

Lloran. Se desahogan. Pero saben que aquí no termina su dolor. En la noche, reunión. Para saber su siguiente paso. Dónde huirán para que no les maten. Lo más seguro, es que parte de la familia se refugie en la Ciudad de México mientras estudian pedir asilo político a España, Canadá o Francia. Y Marisela Reyes me dice que de dónde se encuentren van a seguir luchando por Ciudad Juárez.

"Tengo miedo por mi familia, pero tengo más miedo de seguir viendo tanta sangre inocente correr por las calles de mi ciudad. Porque si no gritamos nos van a matar igual, y si nos matan, que al menos sea por algo, que el mundo escuche lo que realmente está pasando en México", afirma Marisela Reyes.

Sara Salazar tuvo que perder a seis miembros de su familia (cuatro hijos, un nieto y una nuera, todos asesinados en estos dos últimos años) para pensar irse de su Valle de Juárez. Algunos miembros de la familia Reyes Salazar todavía se resisten a abandonarlo.









Encuentran sin vida a Magdalena y Elías Reyes Salarzar y Luisa Ornelas, luchadores sociales ASESINADOS por el Estado Mexicano en Cd. Juárez.

familia Reyes Salazar


familia reyes salazar

Olga Salazar declaró: "Este señor que dice ser presidente nada más nos vino a militarizar y a poner federales. Es un asco, aquí es una muestra de lo que está pasando. Es una mierda, pronto va a acabar con todo. Exigimos que ya retire las tropas federales y que ya termine con esta pinche guerra sucia, el pueblo no la pidió"


Con profunda pena queremos informar que la mañana de hoy 25 de febrero, fueron encontrados los cuerpos sin vida de María Magdalena Reyes Salazar, Elías Reyes Salazar y su esposa Luisa Ornelas Soto, quienes fueran secuestrados por un comando paramilitar desde el día 7 de febrero, en el Valle de Juárez.

El hallazgo realizado por vecinos de la localidad, fue reportado a la autoridad y confirmado por familiares quienes identificaron los cuerpos en la SEMEFO local. Horas después de que la autoridad difundió un número de denuncia anónima y una recompensa de $200,000 pesos, ante la presión ejercida por la familia y la movilización de la sociedad civil juarense.

Este hecho se enmarca en una creciente ola de acoso sistemático a la familia Reyes Salazar por parte del Estado, que dio inicio con el asesinato en 2008 de Julio César Reyes Reyes. El 3 de Enero de 2010, murió asesinada por un comando paramilitar, Josefina Reyes Salazar, activista por los Derechos Humanos y que activamente denunció los abusos de los militares en Ciudad Juárez y el Valle. En Agosto de 2010 murió asesinado Rubén Reyes Salazar, hermano de Josefina.

Las hermanas Marisela Reyes Salazar y Claudia Reyes Salazar iniciaron un plantón y huelga de hambre a las afueras de la Subprocuraduría de Justicia Zona Norte, exigiendo la presentación con vida de sus hermanos. Desde el primer día solicitaron audiencia con el subprocurador Jorge González Nicolás, recibiendo siempre respuesta negativa. Durante el plantón, la casa de la señora Sara Salazar, madre de las víctimas, fue incenciada por sujetos no identificados, en una clara respuesta a una carta abierta dirigida a los captores.

El día de hoy, se confirma la muerte de dos Reyes Salazar más. Ante esto, la familia exige la inmediata renuncia del subprocurador Jorge González Nicolás, quien es el responsable directo de este crimen de lesa humanidad, debido a que no puede con el cargo y por no haber garantizado la vida y la seguridad de la familia y de la población de Ciudad Juárez.

Sea este un llamado a la población en Ciudad Juárez y en Chihuahua en general a unir nuestras voces para sentar un precedente en la exigencia de Justicia. Manifestamos así mismo, que no permitiremos que, como cotidianamente sucede, se busque manchar el nombre de esta familia de activistas y luchadores sociales, al enmarcar este lamentable hecho con una supuesta relación con el crimen organizado.

Atentamente,
Fam. Reyes Salazar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario