Chiapas, 3 de febrero.- La disputa por el control del centro ecoturístico “Cascadas de Agua Azul”, en el municipio de Tumbalá, dejó el pasado miércoles 2 un saldo de una persona muerta y decenas de detenidos.
El conflicto entre indígenas tzeltales prozapatistas y matones priistas –quienes en su mayoría profesan la religión evangélica– no es nuevo. Desde 2006, los priistas intentan arrebatar a los indígenas el control del acceso al centro turístico, ubicado a orillas de la carretera 199, que comunica al centro del estado con el municipio de Palenque.
La instalación de casetas para cobrar a turistas nacionales y extranjeros que visitan el lugar ha desatado tal oleada de violencia contra los zapatistas, que muchas mujeres y niños de la localidad han perdido a sus esposos y padres.
El choque más reciente ocurrió la mañana del pasado miércoles 2, cuando un grupo de al menos 60 matones priistas se apoderó de las casetas de cobro instaladas por los zapatistas desde hace dos años.
De acuerdo con los indígenas integrantes de “La Otra Campaña”, las personas que encabezaron el desalojo fueron Carmen Aguilar Gómez, Juan Álvaro Moreno y Francisco Guzmán Jiménez, ligados a operadores políticos regionales de la Secretaría de Gobierno del estado, que encabeza Noé Castañón León del PRI.
Cuando intentaron recuperar las casetas de cobro, los zatistas se enfrentaron a los priístas, acción en la que perdió la vida Marcos Moreno García, en tanto que Tomás Pérez Deara (ambos del grupo priista) resultó con heridas de consideración, por lo que fue trasladado a un hospital para recibir atención médica.
Mientras el enfrentamiento tenía lugar, un grupo de turistas quedó atrapado en el centro turístico, y este jueves la policía desplegó un operativo para "rescatarlos", aunque más bien parece que el objetivo era rescatar a los priistas y reprimir a los zapatistas.
El gobierno de Juan Sabines, del partido supuestamente "progresista" PRD, afirmó que más de 116 personas del grupo zapatista, todos mayores de edad, se encuentran “voluntariamente” en la fiscalía, para que se les aplique la prueba de rodizonato de sodio [utilizada para saber si una persona ha disparado un arma de fuego].
Según el reporte oficial, Marcos Moreno García perdió la vida a consecuencia de una herida en la espalda, por disparo de arma de fuego R-15.
Sobre la toma de la caseta de cobro situada a la entrada del centro ecoturístico “Cascadas de Agua Azul”, el gobierno estatal señaló en otra de sus habituales mentiras que la “violenta” acción fue protagonizada por integrantes de “La Otra Campaña” y los ejidatarios de Bachajón, pero la caseta fue recuperada y resguardada por la policía.
Los indígenas zapatistas, por el contrario, afirman que fueron los matones priistas los que les atacaron por enésima vez. Señalaron que ellos de ninguna manera estaban provocando o insultando a nadie, “estamos trabajando y buscando otras alternativas para proteger y resguardar nuestros recursos naturales. Estamos construyendo una autonomía interna, y cuando estos delincuentes trabajan bajo las órdenes de altos funcionarios del gobierno de Chiapas, que quede claro que vamos a defender nuestros recursos sin importar lo que pase”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario